lunes, 31 de octubre de 2011

¿Un problema?

En mi trabajo siempre me topo con muchos problemas. Falta de responsabilidad, falta de compromiso, falta de organización, las cosas nunca son como debían ser, los resultados siempre son negativos... etc, etc, etc, etc....
Lo genial del asunto es que siempre sé cómo resolver el problema, pero es muy difícil hacer que toda la gente piense como yo. Están muy acostumbrados a hacer las cosas a su manera, que cuando trato de cambiar su punto de vista siempre tienen un problema para cualquier solución que doy. En un libro leí que todo cambio altera la relación de poder entre los individuos y por eso siempre genera resistencia... y he ahí la razón de muchos problemas. 
Es muy difícil que mi equipo de trabajo entienda mi punto de vista sin antes haber visto cuál es el resultado de poner en práctica las ideas que les estoy dando, es como si de repente les dijera que todo lo que saben no está bien y que tienen que desaprender para aprender un nuevo método; es como decirle a las mujeres que vean el fútbol  cada domingo y a los hombres que orinen sentados. ¿Qué hago entonces? 
Tengo que empezar a orinar sentado. Todos los hombres entran a cierto servicio sanitario y se dan de topes en la cabeza porque el techo es muy bajo, pero como la regla dice "Tienes que orinar parado, porque solo las mujeres orinan sentadas" entonces todos lo hacen.  No es muy ortodoxo para un hombre hacerlo de esta manera, pero si eso va a evitar que mi cabeza sufra contusiones, entonces orinaré sentado. 
Cuando todos los demás hombres vean que soy el único que no tiene la cabeza ni lastimada ni vendada, se darán cuenta de que tenía la razón y me ahorraré el tedioso trabajo de tratar de luchar contra su orgullo y su amor propio para lograr que hagan lo que creo que es correcto. 
Las soluciones siempre son lo más simple, pero a veces, lo más simple se vuelve tan complejo que nos aterra.

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